Distribuidor Autorizado SIGFITO y FEDISPROVE
Boletín de avisos fitosanitarios nº 7 de 2023, sobre los cuidados y mantenimientos en los cultivos riojanos del viñedo (oídio, piral, araña amarilla, acarosis y erinosis), nogal y peral
Si tienes cualquier duda sobre tratamientos y cultivos tenemos un completo equipo de técnicos agrícolas dispuestos a ayudarte.
Consúltanos
Boletín de avisos fitosanitarios 7 del Gobierno de La Rioja. Resumen.
El contenido es un resumen del boletín, si queréis más información al final del post disponéis de los enlaces a los boletines completos de Gobierno de La Rioja.
Control y tratamientos en los cultivos riojanos:
VIÑEDO
Oídio o ceniza
Esta enfermedad está causada por un hongo que se desarrolla por el exterior de los órganos verdes de la cepa (ectoparásito). La temperatura óptima para el desarrollo de este hongo está entre 25ºC y 28ºC. También influye la humedad ambiental ya que una lluvia ligera puede provocar las primeras infestaciones al aumentar la humedad relativa. Es por ello que en La Rioja es una enfermedad muy extendida produciendo daños severos a los cultivos de la región.
El período más sensible es el comprendido entre el inicio de floración y el cerramiento del racimo por lo que para realizar un control eficaz del oídio los productos fitosanitarios se deben utilizar de forma preventiva.
Los momentos más oportunos de tratamiento son:
1. Brotes de unos 10 centímetros de longitud.
2. Inicio de floración.
3. Del cuajado a tamaño grano guisante
. 4. Del cerramiento del racimo a inicio de envero
Piral o sapo
Este lepidóptero aparece desde la brotación hasta el cuajado, produciendo daños en las hojas de los racimos. El tratamiento debe comenzar de manera preventiva, antes de ver el daño causado por las larvas ya que sino, su eliminación será más difícil.
Se recomienda la siguiente estrategia:
- En aquellos viñedos que sufrieron un ataque importante de la plaga el último año aconsejamos realizar 2 tratamientos: el primero a los 20-22 días del estado fenológico D (hojas incipientes) y el segundo a los 15 días del primero.
- Si el ataque no era muy fuerte se puede hacer un solo tratamiento a los 28-30 días del estado fenológico D.
Araña amarilla
Es un pequeño arácnido de color amarillo que está presente desde la brotación hasta la caída de hojas.
Los síntomas que causa en la vid en los primeros estados fenológicos consisten en una brotación lenta, acortamiento de entrenudos, así como abarquillamiento y deformación de las hojas, pudiendo causar daños importantes si el crecimiento es lento (debido a temperaturas frías). Más avanzado el periodo vegetativo, los síntomas consisten en manchas amarillentas en variedades blancas y rojizas en las tintas, que pueden afectar a todo el limbo, excepto a los nervios, que permanecen verdes. En ataques severos se produce defoliación.
Se debe realizar un seguimiento especial en los viñedos en los que se observaron síntomas importantes al final del período vegetativo del año pasado.
Acarosis
Causada por un ácaro de tamaño menor que la araña amarilla (este no se observa a simple vista).
Los síntomas en germinación se parecen a los ácaros araña amarilla (brotación lenta, hojas deformes y arrugadas). En fase avanzada, los ácaros se reproducen en las hojas terminales produciendo una punteada característica que se observa facilmente al trasluz.
Erinosis
Es causado por otro ácaro similar al causante de la acarosis y origina unas pseudoagallas características en el haz de las hojas. A pesar de que los daños son visibles, no suelen ser de necesaria intervención (salvo que los ataques sean de gran importancia).
Nogal
Bacteriosis
Esta enfermedad se manifiesta como manchas oscuras tanto en las hojas como en los frutos. Los mejores momentos para controlar esta enfermedad son: al iniciarse la brotación, al inicio de la floración femenina, al cuajado del fruto y a la caída de hojas
PERAL
Cigarrero o perrisia
Esta plaga está comenzando a crear problemas en algunas plantaciones. Se trata de un pequeño díptero que realiza la puesta sobre las hojas en crecimiento, provocando el enrollamiento del haz. Una vez finalizado su desarrollo las larvas se desprenden pupando en el suelo.
Las hojas se desecan, se vuelven quebradizas y acaban necrosándose. El principal daño es la paralización del crecimiento vegetativo y que las hojas enrolladas sirven de refugio para otras especies, como psila, no alcanzándoles los insecticidas.
