La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado 2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal (AISV).
Este año constituye una oportunidad única e irrepetible para sensibilizar a escala internacional sobre cómo la protección de la salud vegetal puede ayudar a eliminar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico.
¿Que es la Sanidad Vegetal?
La sanidad vegetal consiste en una serie de medidas para controlar y prevenir que plagas, malezas y organismos que causan enfermedades, se dispersen a nuevas áreas, especialmente a través de la interacción humana, como el comercio internacional.
¿Por qué es importante?
La clave es el dato: un 40 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo se pierden debido a las plagas.
Las plagas de las plantas son especies, biotipos animal o vegetal, o cualquier agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales. (Insectos, virus, bacterias, nematodos, plantas invasoras)
Esto afecta a millones de personas que se quedan sin una alimentación nutritiva suficiente. También es un factor clave para la agricultura, que se ve afectada seriamente. Un problema añadido es la globalización, con el comercio internacional, que permite la propagación de plagas y enfermedades de las plantas a nuevas áreas geográficas.
¿En que aspecto se centra el AISV?
Se centra en prevenir la propagación de enfermedades y plagas de las plantas. La prevención es la clave, cuesta menos prevenir que tener una emergencia sanitaria.
¿Cuales son los objetivos del AISV?
- fomentar la sensibilización sobre la importancia de la salud de las plantas para la vida en la Tierra;
- prevenir la propagación de plagas y enfermedades de las plantas;
- erradicar las plagas y enfermedades de las plantas o, en el caso no sea posible, llevar un buen manejo y control;
- incrementar la financiación de organizaciones regionales y nacionales de protección fitosanitaria, que son la primera línea de defensa contra las plagas y enfermedades de las plantas;
¿Que beneficios se obtendrá a largo plazo?
Unas plantas más saludables aumentan la seguridad alimentaria y reducen la pobreza, sobre todo en aquellas poblaciones cuya subsistencia depende de la agricultura. El medioambiente también se beneficiará de plantas saludables y de prácticas ecológicas más respetuosas con el medioambiente, como el manejo integrado de plagas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) proporcionan orientación y lideran los esfuerzos mundiales para garantizar la sanidad vegetal.
Preservar la sanidad vegetal para proteger el medio ambiente y la biodiversidad.
Las plagas de las plantas son uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad. El cambio climático y las acciones humanas han alterado los ecosistemas y han creado nichos ecológicos nuevos donde las plagas pueden desarrollarse. Al combatir las plagas los agricultores deben adopter, y los encargados de las políticas deben fomentar, el uso de métodos ecológicos que reduzcan la utilización de plaguicidas tóxicos, que matan a los polinizadores, a los enemigos naturales de las plagas y a los organismos fundamentales para un medio ambiente sano.
Proteger, gestionar y recuperar los ambientes terrestres y marinos para preservar la sanidad vegetal.
Las plantas solo pueden desarrollarse en un ambiente salubre. Los encargados de las políticas en todos los niveles deberían, por lo tanto, promulgar políticas para proteger, gestionar y, en última instancia, restaurar los recursos naturales. Los ciudadanos corrientes y los grupos de ciudadanos pueden tomar medidas diarias para reducir su impacto ambiental, y participar activamente en iniciativas para proteger y gestionar los recursos naturales.
Invertir en organizaciones de sanidad vegetal e investigación y desarrollo fitosanitario.
Los gobiernos, los responsables de las políticas y los legisladores deben priorizar las políticas y la legislación relacionadas con la prevención, el seguimiento y la notificación de brotes de plagas; promover medidas de manejo de plagas favorables al medio ambiente; y facilitar el comercio inocuo. Deben empoderar a las organizaciones de protección fitosanitaria nacionales y regionales e instituciones similares, y proporcionarles los recursos humanos y financieros adecuados. Los sectores público y privado deberían invertir más en iniciativas, investigación y tecnologías innovadoras relativas a la sanidad vegetal.
Hechos Clave
- Las plantas constituyen el 80 por ciento de los alimentos que comemos y producen el 98 por ciento del oxígeno que respiramos.
- Las plagas de las plantas son responsables de la pérdida de hasta el 40 por ciento de los cultivos alimentarios mundiales y de las pérdidas comerciales en productos agrícolas que superan los 220 mil millones de USD anuales.
- El valor anual del comercio en productos agrícolas casi se ha triplicado en la última década, principalmente en las economías emergentes y en los países en desarrollo, alcanzando los 1,7 billones de USD.
- La FAO estima que la producción agrícola debe aumentar en un 60 por ciento para el año 2050, con el fin de alimentar a una población mayor y generalmente más rica.
- El cambio climático está teniendo un efecto notable en la sanidad vegetal. Amenaza con reducir tanto la calidad como la cantidad de cultivos, lo que lleva a rendimientos menores. El aumento de las temperaturas también está exacerbando la escasez de agua y cambiando la relación entre plagas, plantas y patógenos.
- Debido al cambio climático están apareciendo más plagas antes y en lugares donde nunca se habían visto.
- Los insectos beneficiosos son fundamentales para la sanidad vegetal, ya que polinizan la mayoría de las plantas, controlan las plagas, preservan la salud del suelo, reciclan los nutrientes y demás. Sin embargo, el 80% de la biomasa de insectos ha desaparecido en los últimos 25-30 años.