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Las heladas de invierno, mientras la vid se encuentra en estado de parada vegetativa, no suelen representar ningún problema para el cultivo siempre que estas no alcancen los 12 grados bajo cero.
Es más, estas heladas de invierno "blancas" durante el mes de enero suelen tener hasta un efecto beneficioso de protección y ralentización del metabolismo de la vid, y pueden provocar la mortandad de formas invernales de insectos y ácaros. Con las que si hay que tener mucha precaución y proteger en la medida de lo posible son con las heladas de primavera.
¿Como afectan las heladas al viñedo riojano?
En nuestra zona en estas fechas son muy frecuentes las "heladas blancas", heladas que se forman por masas de aire húmedo que se depositan sobre la superficie de la planta generando una capa de "escarcha", que no es otra cosa que pequeños cristales blancos cubriendo la vid, con unas temperaturas entre 0 y 3 grados bajo cero (nuestros viñedos pueden llegar a soportar de forma puntual heladas de entre 12 y 15 grados bajo cero).
Suelen coincidir con la poda de invierno o poda en seco. Dichas heladas son beneficiosas para la viña, ya que frenan el metabolismo de la vid, retrasando su brotación y actuan como protección natural realizando una labor desinfectante contra los hongos, insectos, ácaros y larvas que se pueden encontrar bajo las cortezas de la madera.
Por lo tanto, las heladas de invierno normalmente son beneficiosas para el viñedo riojano.
¿Y en zonas con temperaturas más bajas que en La Rioja?
En zonas donde la temperatura puede bajar a más de -10º, podría darse el caso de daños en las yemas y afectar a brazos y troncos de la vid. Con temperaturas de -20ª la vid podría detener su actividad biológica y morir.
En algunas zonas con inviernos severos se opta por enterrar completamente la planta durante el invierno, o en casos con heladas puntuales, se lleva a cabo la utilización de quemadores para calentar el aíre y evitar la congelación extrema.
